“Todo se construye y destruye tan rápidamente que no puedo dejar de sonreir”canta Charly García en uno de sus trabajos fenomenales llamado Parte de la religión.
¿Cómo analizar las medidas de un presidente que pareciera vive el día a día o mejor dicho vive en el tiempo que lleva un posteo en una red social a otro posteo? En el medio puede insultar, cambiar de opinión, reírse de la desgracia ajena, recibir un premio con bajas expectativas en el mundo judío y en el mismo momento anunciar que se separó de su novia cuyo romance duró solamente cinco meses.
Javier Milei, presidente de los argentinos, acaba de ser distinguido como uno de los 100 hombres más influyentes del mundo por una de las revistas más influyentes del mundo, Times.
“Un ícono global de la derecha” anuncia la revista y así nos despachamos que el ex-arquero devenido en presidente está jugando otro partido. Un partido en el cual aún no sabemos dónde vamos a terminar, si clasificamos para la próxima ronda (sería algo así como no desaparecer del mapa) o si perdemos en el próximo encuentro y nos quedamos sin el pan y sin la torta.
“No saben cómo entrarle” manifestó con una sonrisa el periodista y escritor Jorge Asís. Y algo de eso hay, los políticos tradicionales están como persiguiéndolo con la lengua afuera, en una maratón de 42 KM en la cual llega el mejor preparado.¿ Milei mejor preparado que la casta que quiere voltear? Hasta ahora parece que sí y no se pone colorado.
Ese es otro punto, ni él ni sus funcionarios se ponen colorados. Años atrás, en los ya “famosos” años pandémicos cualquier situación cuestionada por la oposición era suficiente para las renuncias, conferencias de prensa, explicaciones de parte de todos los involucrados. Milei ya no explica, nunca explicó ni explicará.
Sus funcionarios siguen probando el sabor dulce del poder, para ellos no hay momentos complicados ni estratégicos, sólo toman todo sin pedir permiso y así transcurren los días en el gobierno, éste gobierno que está enojado con funcionarios anteriores por el “despilfarro” de recursos, la corrupción enquistada y la decadencia del país.
Los hermanos Milei tienen la oportunidad de demostrar que con otro libreto también se puede hacer política. “Miren todos, ellos solos pueden más que el amor y son más fuertes que el Olimpo” canta Fito Páez en su letra más consagrada “11 y 6” del Álbum “Giros”.
El tiempo hará su parte.
*Periodista, Productora de TV, Docente, Realizadora, Asesora de Medios en Campañas Políticas, Columnista en portales web / Abril 2024
