'OTRO 17 DE OCTUBRE' (Por: Dr. Héctor Pomini) - Notas de Opinión

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sábado, 3 de septiembre de 2022

'OTRO 17 DE OCTUBRE' (Por: Dr. Héctor Pomini)

 


“Los pueblos actúan por intuición, no por racioncinio”.

Junio 4 de 1943. Fiel observador de la realidad socioeconómica de la Patria, el Ejército Argentino ante las elecciones  de 1944, asume el rol de actor político para evitar un nuevo fraude conservador. Un país atrasado, económicamente dependiente y endeudado, socialmente en ruinas, inicia una etapa de cambio. Se establecen derechos laborales, se inicia un proceso de industrialización, al mismo tiempo que el gobierno resiste presiones para el ingreso a la Segunda Guerra Mundial del lado Aliado. Las acciones de un Coronel afectan intereses al mismo tiempo que su popularidad aumenta. La acumulación de poder provoca la reacción dentro de las filas del EA, es desplazado y encarcelado, lo que genera la reacción de la masa trabajadora, que exige su presencia frente a la Casa Rosada. Esto ocurrió el 17 de Octubre de 1945, algo que nadie esperaba. Sigue el período de transformación que se prolonga hasta 1955, en el que, el líder es desplazado de la Presidencia, acción no libre de injerencias externas. La siguiente etapa se torna regresiva en cuanto a la política y a la economía: se contrae deuda que hasta el presente existe. Nos transformamos nuevamente en un país tributario del poder económico externo con la ayuda de los enemigos internos de la Patria. El desarrollo industrial se enlentece.

El Odio. Es un sentimiento de aversión hacia una persona, lo cual puede extenderse a un determinado grupo social. Según Sigmund Freud en carta a Albert Einstein, dice: Los conflictos de intereses que surgen entre los hombres se resuelven pues, en principio, por la violencia. Así sucede en todo el reino animal, del que no podría excluirse al hombre. Se comprende de esta manera el por qué, previo al golpe de 1943, el estado social de nuestro país era el de la quasiesclavitud, con marcada ausencia de derechos laborales y una pobreza peor que la franciscana. Los indicadores de salud lo manifestaban. En el trabajo del Dr. Pedro Escudero –ya mencionado en otra nota-, se estableció que el 30% de los ciudadanos convocados para el Servicio Militar Obligatorio era rechazado por raquitismo, baja estatura, débil contextura y tuberculosis; a eso le debemos agregar un 4% más por oligofrenia, todo producido por la deficiente alimentación; algo gravísimo en el país de los alimentos. Todo eso había sido detectado por el Ejército, cuya oficialidad tenía el contacto a diario con la realidad de las clases más postergadas. Éramos apenas un país de economía agraria. Aunque es deber hacer notar que el período de industrialización había comenzado unos meses antes impulsado por el Presidente Ramón Castillo, con la creación de Fabricaciones Militares y Altos Hornos Zapla, se producía acero; la creación de la Flota Mercante del Estado etc. El odio de las clases altas se proyectaba hacia las clases más postergadas, las que accedían a mejores condiciones de trabajo, asistencia social, previsional y posibilidad de capacitación de la mano de obra, que trajo una mejora en general de su status. En realidad, a las clases altas les molestaba que los de abajo mejoraran, realmente querían que permanecieran en el estado de sometimiento. Ese odio le impidió a las clases acomodadas, ver que el bienestar de los de abajo les traería mayores ganancias por aumento del consumo de bienes. El odio enceguece y anula cualquier pensamiento crítico.

Dura lex, sed lex. El sometimiento a juicio de cualquier individuo requiere de un procedimiento ajustado a derecho. La máxima que inicia este párrafo, se traduce como “La ley es dura, pero es la ley”, o sea una regla a la cual se debe someter cada uno de los actuantes. La vicepresidente tiene varias causas, sean reales o “armadas”, por lo tanto su procesamiento es pasible de ser incluido dentro de las normativas que competen al debido proceso. Por el contrario, tanto los acusadores como quienes deben fallar, incurrirían en delito de no actuar conforme a la ley. Si el acusador “corre con el caballo del comisario”, ya sabemos cual ha de ser el veredicto; o sea se comete prevaricato: fallar en contra de lo que se ha establecido por ley.

Don Gato y su pandilla. El ascenso al poder de Mau y los suyos redujo a escombros las mejoras obtenidas en el período 2003-2015 (Pago de toda la deuda al FMI, mejores salarios reales entre otras acciones). De la misma manera que la gangrena, el copamiento de un sector del Poder Judicial, puso en evidencia la corrupción en el sistema; éste, fue cómplice y actuó no pocas veces, para cohonestar la farsa de justicia de la gavilla que accedió al poder. Con cara de “yo no fui o de piedra” representaron y representan una justicia a la medida de los intereses de clase y antinacionales. Piensan que solo el dinero legitima el Derecho. Todo acompañado con una campaña de odio que la oposición proyecta sobre el resto de la ciudadanía. La reacción producida días pasados ante una teatralizada acusación, puso en alerta, no solo a la oposición y sus cómplices. El atentado contra CFK dio más energía a la manifestación de los ciudadanos comunes, siendo ésta, una advertencia no solo para la enfermiza oposición, sino también para la conducción del FDT. Las bases están llegando al límite de la tolerancia, esperemos que no se llegue al “tronar del escarmiento”. Por lo tanto, es necesario llegar a la calma y que cada uno de ambas conducciones políticas revean sus conductas. Sea esto, por el bien de la Patria, porque, quien siembra vientos, recogerá tempestades ¿Qué piensa ud. ciudadano de los acontecimientos?

*Dr. Hector Pomini 3-9-2022

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