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Poderoso caballero es Don Dinero. (Por Dr. Héctor Pomini*)



 “El pudor y la moral son sólidos que se disuelven en alcohol y en dinero”. Enrique Jardiel Poncela (1901-1952) dramaturgo español.

Lo que estamos viviendo. A decir verdad, no estamos como a principios del 2020, sino sensiblemente mejor, distando de ser una buena situación. No es fácil poner en marcha un país destruido hasta los cimientos, acosado por las deudas, una pandemia que fue sorpresa para todo el mundo; para la cual, la única herramienta disponible era el encierro. Agreguemos la machacona campaña de desprestigio y oposición “fabricando verdades que no existen” y de un auditorio receptor de las mismas de los medios audiovisuales al que lo entretienen con programas que anestesian el razonamiento y no dejan ninguna enseñanza. Alguien, alguna vez escribió: “quien elija a un hombre para conducir, no pocas veces se verá defraudado”. Lo cual tiene bastante de verdad, porque, debemos tener en cuenta que las estrellas de primera magnitud –en cuanto a conducción política se refiere- con el carisma, el conocimiento, el olfato político, que consiga reunir el equipo adecuado y la audacia necesaria para crear y gobernar, apenas surgen en nuestro mundo, una o dos por siglo. De todas maneras, con paciencia, conocimiento y método se pueden lograr metas. Hoy estamos en ese camino, con todas las dificultades habidas y por haber, con los aciertos y errores; con la inflación debidamente manipulada por los grandes grupos económicos y los avivados de siempre (que no son todos peces gordos, sino que hay medianos y pequeños incluidos en esa acción), representa la lucha por la distribución de la riqueza. Algo complejo de entender para Doña Rosa, quien con justa razón quiere llegar a fin de mes con el sueldo, como cualquier hijo de vecino; los de abajo siempre han puesto el hombro para levantar al país ¿Y los de arriba? ¿cuándo lo hacen La Sociedad Rural, la Bolsa, los bancos, las cerealeras, las grandes corporaciones? Generalmente estos últimos se han especializado en sacarle el jugo al país, en exprimirlo hasta dejarlo exangüe, con la bicicleta financiera, evadiendo impuestos, fugando capitales. Todo eso no es nuevo y es padecido por todos los países, nada más que, en otros, cuando agarran a los responsables se van a pasar una temporada a la sombra”. Acá, cuando le aplican la ley, se quejan de coartar la libertad de comercio o cuando tratan de evadir el impuesto a la riqueza, que no es invento argentino.

La Suprema y su “famiglia”. El Descarado accionar de desviar a todas las causas sensibles al poder económico y sus cómplices a Comodoro PRO, en consonancia con los fallos de los supremos, no deja de provocarnos estupor, seguido de ira y vergüenza. Más aun, cuando la evidencia palmariamente conocida del affaire Lago Escondido, los medios hegemónicos trataron de ocultarla. Jueces venales funcionales al poder económico no ocultan el doloso accionar, lo cual expresa una caradurez superlativa. El prevaricato, su herramienta, así como su  deleznable inmoralidad, solo quienes con un alma negra como la de Los Supremos, el “juez docente” y de otros estamentos intermedios, pueden estar en contra de los intereses Nacionales. Esos, no solo deben ser sometidos al juicio político, sino denunciados como traidores a la Patria; Lago Escondido, es el emblema del menoscabo de la soberanía y el herido amor patrio que sienten millones de argentinos, sino también es, un ejercicio del clásico mercenario o cipayo, algo propio de ruines y mezquinos intereses locales, en complicidad con foráneos. Habría que preguntarles: ¿cuál es la cantidad de billetes “color verde coima”, por la que  fueron comprados? Si no tuvieron pudor en aceptar la oferta ¿por qué lo tendrían en “blanquearla? 

Sembrando vientos. La continua amenazante y violenta prédica de Juntos por el Queso, no se limita a difundir solamente la intensión de hacer un país a la imagen y semejanza de sus conductas; es decir un páramo en donde la destrucción lisa y llana de derechos, de la industria nacional, el establecimiento de un “empresariado minero y exportador de recursos naturales” –todo según el modelo que el Reino Unido había asignado a nuestra Patria en el siglo XIX y XX. Para llegar a eso solo existe un medio: el ejercicio de la violencia hasta llegar al completo sometimiento de los de abajo, es decir nosotros. Nada de manufacturas locales, nada de industrias del conocimiento, nada de universidades, solo la fuerza bruta y una legión de desocupados con hambre, es lo que desea Juntos por el Queso. Por supuesto, la reacción existirá, y los vientos se transformarán en tempestades. ¿Pensó ciudadano en esa posibilidad? ¿pensó seriamente? ¿le parece bien a ud., que se vuelva a destruir todo lo recuperado hasta este momento? ¿Le parece bien que la gran mayoría de los ciudadanos deban pasar hambre por falta de trabajo? ¿estaría bien padecer la falta de vacunas contra enfermedades erradicadas tal como sucedió durante el gobierno de Mau o carecer de salud pública? ¿cree ud., que, mediante la violencia impulsada por Juntos por el Queso (con Larreta, Bullrich o con quien sea) logrará estar mejor?

*Dr. Hector Pomini / 5-2-2023

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