“Ceder para vencer” – principio
del Judo.
¿Una bocanada de aire fresco? El judo es un arte marcial
japonés creado por Jigoro Kano (1860-1938) fue un maestro de artes marciales, profesor,
traductor y economista japonés. Su
enfoque era en el sentido de "conseguir la máxima eficacia con el mínimo
esfuerzo" y "bienestar y beneficio mutuos", o "Cuando ceder
es el uso más eficiente de la energía, entonces ceder es judo". La lucha por la vida no es sencilla, más aun,
cuando las condiciones económicas de la Patria son extremadamente difíciles. Lo
cual hace que cada individuo se encierre ensimismo y no vea salida clara para
conseguir su sustento. Lo notable es que el Coloquio de Idea n° 58, tenga como
lema “Ceder para crecer”. Quienes
plantearon que es mejor resignar ganancias en lo inmediato para ganar más tarde
y mucho más, no es nuevo. Henry Ford fue un pionero del estado de bienestar a
través de la sociedad de consumo. Buscó mejorar el nivel de vida de sus
trabajadores y reducir su rotación. La eficiencia suponía contratar y mantener
a los mejores trabajadores. En Enero de 1914, Ford anunció su programa
retributivo pasando de U$S 2.34 a U$S 5.oo al día. Este programa también
incluía la reducción de la jornada laboral de 9 a 8 horas al día,
5 días a la semana. Tal decisión provocó la reacción del directorio de la
empresa, tildándolo de “loco, que se fundiría en poco tiempo”, etc. etc. Hecho
que no se produjo, sino que en poco tiempo más duplicó la producción del modelo
T y una nueva fábrica fue puesta en funcionamiento. Síntesis: si quiere ganar
más, el trabajador tiene que ganar más para que consuma más. Lo que trae
aparejado un mejor standard de vida. Pero no todo era color de rosa, Ford no
quería sindicatos.
El poder de compra. lo tenemos todos los consumidores, por
lo tanto, la negativa a hacerlo también, es una herramienta para frenar el
abuso. Hagamos un breve análisis, al comerciante le conviene vender, no le
conviene que el stock de mercadería no se renueve; esto le representa lucro
cesante o pérdida porque no vende. Lo cual, ante la baja demanda, se ve
obligado a bajar el precio para no perder más. Es notorio que la queja sea una
manifestación de disconformidad ante el abuso, pero sobran aquellos que, a
pesar de la queja, siguen comprando, aunque saben que los esquilman. Es para
tener en cuenta que “NADIE CUIDARÁ MEJOR LOS PESOS QUE UNO SE GANA TRABAJANDO,
SINO UNOMISMO”. Para el caso, el ejemplo
del precio de la lechuga que llegó a valer $ 1000 el kilogramo, pero aún con
quejas, era comprada igual; “porque uno
no puede negarse el placer de comer lechuga” (aunque lo roben, entonces
pague y no se queje), “hay una especie de gataflorismo crónico”, es para pensar.
“El vivo vive del tonto, y el tonto de su trabajo”. Bien sabemos que con cada cambio de temporada bajan los precios. Hay liquidación, se produce la venta a “precios de regalo” de ropa, para vender luego la nueva moda. Lo notable es –p.ej.- camperas de tela sintética (las infladas), se vendían previamente a $ 35000.oo. Y luego en liquidación el precio bajó a $ 8900.oo. Llama la atención semejante caída. Si vemos la diferencia, constatamos que el precio de temporada, era 4 veces más que el de liquidación; pero si consideramos que con este último el comerciante de venta al público gana igual, la pregunta que debemos hacernos es: ¿cuánto ganan los comerciantes? Y aquí debemos seguir pensando, en la venta hay dos protagonistas. Quien vende y quien compra. El primero claramente es un “avivado” que aprovecha la situación para “salvarse”. Si no vende, se queja, pero si vende “roba”. El segundo –el que compra- podemos considerar que le sobran los $$$, o se saca la “calentura” por la prenda, o está muy necesitado de ropa, o directamente es un tonto que se deja estafar. Evidentemente, a los compradores les falta “cultura del comercio” o tienen un estado de inmadurez infantil. Los liberales le dicen “Ley de oferta y demanda”. Otros dicen que: Las cosas valen lo que el comprador está dispuesto a pagar.
Industrias ¿extractivas o manufacturas? Nuestro
país, ha sido dotado de innumerables ventajas en cuanto se refiere a la
existencia de minerales que pueden y deben transformarse en industrias de
consumo interno y bienes de consumo exportables. La nacionalización de los
recursos naturales, como era antes de la reforma de la Constitución de 1994
(parte de la traición de Menem y secuaces) debería llevarse a cabo con
celeridad. Los acontecimientos mundiales imponen hoy una modificación de la
Constitución Nacional en ese aspecto. Es decir, la potencial generalización de
la guerra Rusia-Ucrania a nivel mundial, creará necesidades de materiales
estratégicos y básicos. Los mismos deberán ser, no solo cuidados sino
manufacturados para su comercialización por empresas nacionales. Es la
oportunidad, una más dentro de todas las que la Patria ha tenido, para
industrializarla por parte del empresariado local; que en vez de reinvertir en
el país, no solo evaden impuestos, sino que fugan el producto de sus ganancias.
Se estima que hay en el exterior unos U$S 500.000 millones ¿o no es así? ¿qué
piensa ciudadano de todo esto? ¿Le parece a ud. que con empresarios así, el
país puede progresar? Sinceramente, no aprendieron nada en su paso por la vida.
Piense ciudadano, piense.
22-10-22 / Dr. Héctor Pomini