“No temo a los que quieren
comprar a la Argentina, temo a los que la quieren vender” Dr. Arturo Umberto
Íllia (1900-1983) expresidente argentino.
El escuadrón y sus jinetes. Conducido por varios, cuyos liderazgos
responden a los intereses concentrados de la economía, entre ellos, Gerardo Morales, fiel representante de
una provincia feudal, heredero de la idiosincrasia colonial, sin títulos de
nobleza, en donde las industrias manufactureras están prácticamente ausentes;
la primitiva industria rural, es coto de las familias terratenientes, que con
salarios miserables someten a la parte más sacrificada de la población. Con la
represión “a sangre y fuego”, comenzó el avance sobre La Patria, todo con una
clara intención de negociar el Litio y otros recursos. Horacio R. Larreta, muy interesado en los negocios inmobiliarios,
en los macetones, en las veredas que son renovadas varias veces al año, habla
de eliminar para siempre a los K, no se ocupa de la educación ni de la salud
pública, forma dupla con Morales como candidatos a “la Rosada”. “Pato” Bullrich de gran experiencia, con
participación en todo el arco político de un extremo a otro. Partidaria de 1°
disparar y después preguntar, responsables de asesinatos y de represiones indiscriminadas.
José L. Espert, economista liberal,
autor del slogan “balas y cárcel a los piqueteros”; el sistema liberal a
implantar como solución a todos los males, ha mostrado su fracaso en todo el
mundo (Aldo Ferrer); solo trajo enriquecimiento y poder para un puñado y
miseria para el resto de la población del orbe. López Murphy fugaz ministro de “Chupete” De la Rúa, cree a pies
juntillas la infalibilidad de la ciencia Económica. Error, ya que la economía
no es una ciencia, sino es una disciplina, puesto que, ciencia, es el
conocimiento exacto de todas las cosas. Dado las múltiples variables de la
economía, se transforma en una disciplina de índole social, humanista. Ellos
piensan que el hombre debe estar al servicio del capital, cuando en realidad el
concepto es a la inversa, es decir “el capital debe estar al servicio del
hombre, de la humanidad toda”.
Táctica de demoliciones. Tanto Milei, Bullrich, Espert, López
Murphy y Mau, pretenden “dinamitar” todas las conquistas sociales de los
trabajadores, indemnizaciones, estabilidad, convenios colectivos de trabajo,
participación en las ganancias, es decir todo lo establecido en la Constitución
Nacional (Art. 14 Bis) y una apertura comercial indiscriminada. Pretenden
volver principios del siglo XX. Además de suprimir el Banco Central.
Los liberales clase media y pobres ¿Qué es lo que
impulsa a los hombres a reunirse y someterse a los dictados de un partido que
será su verdugo? Básicamente, es la proyección de sus anhelos en la persona del
líder y la esperanza de que éste los satisfaga. Tales deseos, en parte inconscientes,
se polarizan en: 1° La búsqueda de seguridad, se obedece para sentirse
protegido y 2° Resentimientos y deseos de revancha, se unen y obedecen para ser
más potentes en la agresión ¡Qué sorpresa se llevarán si gana Bullrich! La
misma que se llevaron con la traición de Menem-Duhalde.
Un Pobre hombre. En diciembre de 2019, El Dr. Julio Maier,
escribió: “Un pobre hombre, no
es lo mismo que un hombre pobre. El hombre del título, nació en una cuna de
oro. Si hubiera venido al mundo sin cuna o en cuna de canasta, con sus
merecimientos no sólo estaría viviendo en una emergencia, sino al fondo de esa
emergencia. No aprovechó la suerte de nacer en la cuna de oro para educarse y
tornarse digno de ella, sino, por lo contrario, la utilizó para aprender mañas
y para vivir de mentiras, para dejar de lado toda seriedad —sin advertirlo o
advirtiéndolo, pero consciente de no poder hacer algo distinto— incluso al
representar a una República que se preciaba por su cultura, como le tocó en
suerte, al menos en el ámbito que a él le tocaba actuar, y dejarla reducida a
los resultados de un equipo de fútbol local”.
El párrafo precedente pinta la personalidad de Mau, quien quiere dinamitar
todo para imponer por puro capricho el modelo que, según él, traerá felicidad y
bonanza para todos. Claro que, con el afán de bajar costos pidió en cadena de
TV que “todos deberían hacer un esfuerzo y resignar parte de su salario para
bajar esos costos”. El individuo de marras piensa que los salarios son un
costo. Pero, en vez de resignar él, sus ganancias, les exigía a quienes menos
ganan que las resignen. Su ignorancia es un paradigma. Henry Ford, a principios
del siglo XX, aumentó al doble los salarios de sus operarios para que pudieran
comprar el famoso Modelo T. Ford
aspiraba a que todos los ciudadanos americanos viajaran a sus trabajos en
automóviles que él producía. Fue tildado de loco, mentecato, que se arruinaría
para siempre; pero sucedió lo contrario: las ganancias obtenidas le permitieron
construir otra fábrica. El señor, motivo de este párrafo, se confirma que es un
pobre hombre, solo tiene dinero como único valor. No importan sus conciudadanos,
ni los males que ha provocado (entre ellos la impagable deuda contraída), ni
tiene incorporado el concepto de Patria; prueba de ello, no supo distinguir el
día del Primer Gobierno Patrio del Día de la Bandera. Encima de eso, insultó la
memoria de quienes declararon la Independencia diciendo que, “estaban
angustiados por hacerlo”. Todo en presencia de Juan Carlos de Borbón, el 9 de
Julio de 2016. Se puede ser pobre, pero digno, en este caso no se le conoce la
dignidad como virtud. Ciudadano piense bien lo que pretenden hacer una vez más,
los liberales autóctonos. Si no lo entiende o no quiere entenderlo, el Apocalipsis será una realidad:
desocupación, violentas represiones, hambre, enfermedades y muerte. La Patria: será
solo un recuerdo. Los sufrimientos se lo enseñarán.