“Donde hay educación, no hay distinción de clase”. Confucio (551 a C.- 479 a C.) filósofo chino.
Educación.
Una simple definición, crianza, enseñanza y doctrina que se da a los niños y a los
jóvenes, primera etapa en el proceso de socialización del individuo, talvez la
única, las restantes, sin temor de equivocarnos demasiado, es la de
instrucción. Comenzando por la primaria siguiendo por la secundaria, terciaria
y universitaria. La primera etapa se realiza en el hogar paterno, piedra
fundamental en la formación del individuo, en donde se aprende los valores que
lo acompañarán durante toda su vida.
El camino. Para vivir es necesario trabajar, y por lo
tanto tener oficio o profesión. Esto se corresponde con las inclinaciones o
habilidades del individuo y la decisión de elegir una capacitación para
desempeñarse en la lucha por la vida; claro está que quien no se capacita,
tiene más dificultades para insertarse en el sistema, pero es necesario aclarar
que tener la oportunidad de capacitarse no es todo. Distinto es cuando se toma
la decisión de no capacitarse de manera alguna, después cargará sobre sí mismo,
esa responsabilidad de no tener una herramienta de que valerse.
Nosotros los Ignorantes (según ellos). Los de abajo –nosotros- nunca contrajimos deudas con el FMI u otro
organismo internacional. Fueron todos aquellos que pasaron por una universidad
y lograron títulos de grado y post grado, pero eso no garantizaba la honestidad.
De allí la famosa frase: “alpargatas sí, libros no” muy en boga hace más de 70
años*(del libro: El Doctorado como enfermedad de Rolando Hume). Esos muchachos
muy instruidos hicieron todo lo posible por desindustrializar el país y
endeudarlo siempre, cosa que no fue posible que sucediera con alguno de
nosotros, ya que, para acceder al cargo de Ministro de Economía, Presidente del
Banco Central o cualquier otro organismo resolutivo en la materia, debe tener
conocimientos técnicos específicos, obligatorio ser universitario. Como en el
caso de la Ministro de RREE, que nada hizo ni está capacitada para defender el
tema Malvinas frente a su par del Reino Unido; o el empeoramiento de todo el
país por parte de la gestión de ese, que se hacía llamar ingeniero. Por lo
tanto, quejarse de los Gobiernos populistas es una falsía, pues, con ellos el
país se industrializó, había trabajo y se pagó deuda contraída por los
liberales que siempre jugaron en contra de la Patria. Ellos nos tildan de
ignorantes; estamos mal y desean hundirnos más en el padecimiento, un retorno a
1930, ese odio visceral que sienten por nosotros queda demostrado con un ejemplo,
es el concepto que tiene la Sra. Mondino de los jubilados “ellos no necesitan
préstamos, si pronto se van a morir”. Las autoridades actuales, en síntesis,
desean una masa de individuos sin derechos, en la miseria, que se hundan en las
necesidades y en la ignorancia, que vendan su trabajo por monedas.
Reculando en chancletas. El
Presidente firmó
un decreto, otorgándose un aumento del
48%, extensivo a los funcionarios del
Ejecutivo, mientras pulveriza las
jubilaciones y los salarios de los argentinos. Al advertirlo –respaldado
públicamente por Espert- lo anuló mediante otro decreto y “pateó al corner la
acción” echándole la culpa a CFK. ¿Cómo se entiende? Es que el Presi está
agobiado con los twiters, de los que se ocupa hasta altas horas de la madrugada
e insultando a cualquiera que opine en contra de sus decisiones. No olvidó de despedir al Secretario de
Trabajo. Moraleja: no se hace cargo de nada ni sabe lo que sucede, de allí que
niega la existencia de comedores entre otras tantas cosas, que tampoco le
importan.
Advertencias. No son pocos los que le avisaron y aconsejaron al Presidente, no
continuar con las drásticas medidas que
se ejecutan, por las consecuencias cercanas. Él y su círculo íntimo están
convencidos de que ese, es el camino para alcanzar la total liberalización de
la sociedad. Enrique Jardiel Poncela dramaturgo español, lo dijo claramente:
“todo cambio gradual conduce al éxito, todo cambio drástico conduce al
fracaso”. Pero la ceguera de ese grupo dirigente, se agregan las presiones de los grandes grupos
financieros internacionales que bien le “soban el lomo” a estos impresentables,
y del Departamento de Estado, al que se han entregado de cuerpo y alma; estos
peleles no dudan en emplear al EA en la lucha contra el narcotráfico (en este
caso en Rosario), algo que ha demostrado un total fracaso en otros países. El
horizonte socio económico se avizora como pródigo en calamidades que se empeñan
en negar. Evidentemente que el equipo de gobierno actual, no tiene la más
mínima idea del funcionamiento del Estado, ni de las leyes que reglamentan toda
la actividad y que se empeñan en destruir para hacer el Estado liberal que
desean. Nada más y nada menos que, transformar a nuestra Patria en una selva,
en dónde cada uno sea dueño de hacer lo que le plazca (en tanto y en cuanto, no
molesten a los grandes grupos económicos) y un coto de caza de los recursos
naturales que aun poseemos.
El burro y la Flauta. Recordando
ese cuento en el que, un borrico encuentra ese instrumento, y al resoplar
involuntariamente sobre el mismo, se emite un sonido que sorprende al animal,
el que exclamó ¡qué bien sé tocar! De la misma manera, en este caso, el Estado
se mantiene en funcionamiento por inercia, sin que nadie sople para que
funcione y administre la convivencia, además de la economía. Al igual que el
burro, quien después intentó hacer sonar el instrumento sin que se produzca
sonido alguno, nada bueno se debe esperar de las ¿acciones? de este equipo.
Ciudadano, si ud. no ve que las cosas van empeorando más y más o si no quiere
verlas y replica que “hay que darle tiempo”, evidentemente a ud. el derecho de
votar le queda grande. Entonces dedíquese a otra cosa que no sea observar el
futuro cercano y el lejano de sus hijos o seres queridos que por lo visto es
incierto –en el mejor de los casos- o directamente negro con certeza.
*Dr. Héctor Pomini / 14-3-2024