Confesión de Milei y crisis en el gobierno (Por: Alejandro Mosquera*) - Notas de Opinión

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martes, 25 de junio de 2024

Confesión de Milei y crisis en el gobierno (Por: Alejandro Mosquera*)



Por la recesión planificada y el ajuste que provoca una caída en el consumo, el PBI cayo 5,1% durante el primer trimestre anunció ayer el INDEC, si se le suma abril, mayo y lo que va de junio donde se profundizaron las políticas de enfriamiento de la economía la caída es mayor.


La decisión del gobierno de achicar la economía, de hacer recaer el ajuste en los trabajadores, los jubilados, las pymes y las empresas nacionales vinculados al mercado interno ya comenzó a reflejarse el crecimiento de la desocupación dos puntos por arriba con respecto al anterior trimestre, llegando al 7,7% . A la vez el informe muestra el mayor impacto en el Gran Buenos Aires llegando al 9% y que seguramente se reflejara en los cordones urbanos de las grandes y medianas ciudades del todo el país.

Los efectos de las políticas del gobierno se hacen sentir con fuerza, y las explicaciones del presidente donde mezcla agresiones e insultos con análisis con su jeringosa “técnica” donde intenta siempre que están victoriosos en sus objetivos comienza a ser poco creíble tanto para el círculo rojo hasta para los economistas ortodoxos y neoliberales que no ven un real plan de estabilización, mucho menos un programa a largo plazo. Sin embargo, las clases dominantes coinciden con el rumbo general de achicamiento violento del estado, la rebaja de salarios, jubilaciones y el gasto social, la desregulación de la economía, y la destrucción de derechos de la sociedad entre otras cuestiones. Mientras Milei les sirva a esos objetivos, aunque en privado duden de su capacidad y del proyecto que encarna, lo sostendrán para que realice el trabajo sucio y destructivo. 

El bajar la inflación a costa del hambre de miles de compatriotas, de la quiebra o cierre de empresas y pymes, de la desocupación y los despidos masivos, de la destrucción del estado parece no alcanzar para mantener la gobernabilidad. 

Después de una semana que se propagandizó como triunfo oficial con la aprobación de la ley bases en el Senado y el anuncio del Banco Central de la República Argentina que logró un acuerdo con el Banco Central de la República Popular de China para renovar el tramo activado del swap de monedas.  Si no hubiera implicado para nuestro país el pago de US$ 5 mil millones (equivalentes a 35 mil millones de yuanes, la moneda china) en los próximos meses. La realidad social, económica, financiera y política muestra con crudeza las debilidades del gobierno. 

¿Fue como dicen los analistas que la ley bases con modificaciones se aprobó en el Senado por un cambio o pragmatismo del gobierno? O en realidad la verdadera o central operación sobre los senadores y gobernadores para que la aprobaran fue desde el poder real, del segmento del bloque dominante que se beneficia con el RIGI, la reforma laboral entre otras normas reaccionarias y neocoloniales.  

Para tratar de llevar tranquilidad a un mercado del dólar alborotado y en suba el presidente salió en la mañana temprano a hablar por radio. Mas allá de sus burradas consuetudinarias en afán de desmentir que iba a haber una devaluación confesó su crueldad. Primero en su afán triunfalista aunque todo se derrumbe sostuvo:  que en la tercer semana del mes de junio tuvo inflación 0 en tanto bebidas como alimentos, algo que no había sucedido hace 30 años. “Eso significa que vamos por el camino correcto, que todavía falta mucho, pero empiezan a aparecer los primeros indicios de que las cosas están funcionando”.

Sin embargo, fue la confesión hablando con el periodista Eduardo Feinmann lo que llamó más la atención, allí sostuvo el presidente que “hay sectores que les conviene que haya salarios bajos en dólares y más pobres y más indigentes…” Y más adelante señala contestando sobre el reclamo de devaluación del peso: “…si Ud. hace eso lo único que va a hacer es distorsionar la señal de precios hacer caer brutalmente los salarios en dólares, generar pobres e indigentes, y no termina de arreglar el problema real que Ud. tenga que recomponer el sector no transable de la economía donde cayó el torpedo”

El 13 de diciembre del 2023 el presidente Milei devaluó el peso en 118%. El dólar oficial pasó de costar $366,45 a $800. Él sabía claramente que ello iba a provocar una baja brutal en el poder adquisitivo de salario y jubilaciones, que iba a generar miles y miles de pobres e indigentes y lo hizo igual. La importancia de la confesión no está en los que veíamos la intención clara del ajuste y la devaluación, sino sirve claramente para el debate en la sociedad. Para poder explicar que los resultados catastróficos social y económicamente no son un efecto no deseado o basado en la herencia recibida, sino una decisión cruel tomada totalmente a conciencia que el ajuste es sobre trabajadores y productores y en beneficio de los grupos concentrados de la economía que venían reclamando desde hace años en bajar los salarios reales.

Crisis política en desarrollo

Sobre este trasfondo social y económico se mueve la crisis de la política. La ultraderecha sirve para profundizar el giro hacia ella de la derecha, pero eso no oculta y mucho menos resuelve la crisis que vive la coalición de gobierno. La dura batalla de Patricia Bullrich contra Macri por el control del PRO o por su desaparición en favor de la confluencia orgánica con el partido de los hermanos Milei son síntomas de la inestabilidad política de un gobierno que en seis meses de ejercicio se caracteriza por los cambios o despidos de funcionarias al ritmo de las internas y luchas del poder.

Es difícil de creer que la motivación principal de la ministra de seguridad para echar a Vicente Ventura Barreiro es por haber intentado «interferir» en un proceso licitatorio de servicios de comida para el Servicio Penitenciario Federal, se parece más a una lucha palaciega con los cuadros del macrismo. Sobre todo, porque la historia de la ministra es haber convivido tanto en el gobierno de De La Rúa y de Macri con funcionarios con múltiples denuncias y ella no darse por enterada. Desde el Ministerio sostienen que nada tiene que ver la interna, que desearían que fuera eso porque sería entonces un problema menor.

La mayoría de los representantes radicales tienden a seguir o acercarse a la agenda de la ultraderecha, siente que una parte del camino lo hicieron cuando sellaron su alianza con el PRO, con lo cual creen que la distancia a recorrer en ese acercamiento es menor. Si ese camino se profundiza ¿podrán o querrán confluir con LLA y el PRO en las elecciones de medio termino? ¿si crece el rechazo a las políticas de Milei la complicidad en la ley bases y en la fiscal, el sometimiento a un presidente que los insulta casi cada vez que se refiere a ellos podrán quedar en el olvido de la base social del radicalismo? ¿las posiciones de Lousteau son para dar batalla por otro rumbo del radicalismo o solo son funcionales para contener que migren a opciones que coincidan con posiciones nacionales y democráticas?  

Las derechas a la vez que temen que sus votos sean arrastrados por la figura de Milei con sus postulados de la ultraderecha y por eso en muchos casos toman su agenda o se mimetizan con él, en el mismo momento debaten sobre su herencia y se preparan por las dudas de un colapso político para ser los reemplazantes después del trabajo sucio realizado. Es decir, volver al proyecto del imperio de que una coalición transversal de las derechas “racionales” den estabilidad a la entrega y la perdida de soberanía. La forma que tome, los personajes que lo encarnen son una anécdota, lo real es que empujan al gobierno actual a cumplir su misión de mascarón de proa y que con su dogmatismo empuje el carro de un cambio de régimen profundo en el país, para luego ir por la estabilidad pactada de esas reformas.

El proyecto se completa haciendo que el peronismo y el frente se desprendan de sus sectores transformadores, que queden aislados y se debiliten. Y si se pelean y dividen mejor porque facilita su plan. 

La crisis política es entonces también el escenario del movimiento nacional y popular, que a la vez que se reorganiza, también se siente la falta de presencia y conducción para protagonizar con más política en la sociedad. A veces parece que atrona el silencio, y las voces de los que resisten va creciendo, pero todavía no alcanza para la dimensión de la destrucción que lleva a cabo el gobierno.


Alejandro Mosquera / https://iguales.ar