Con el lanzallamas no se logra el consenso necesario (Por: Jorge Remón*) - Notas de Opinión

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domingo, 7 de julio de 2024

Con el lanzallamas no se logra el consenso necesario (Por: Jorge Remón*)



poco de asumir el presidente Javier Milei, comenzó a intentar demostrar su independencia de Mauricio Macri, designó ministra de Seguridad a Patricia Bullrich y con ello consideró suficiente el pago al PRO por la decisiva colaboración en la segunda vuelta.

En las últimas semanas algunos de los allegados del Presidente deslizaban que él no es Alberto Fernández ni Macri es Cristina Kirchner. Por supuesto no se referían a las personalidades de Mauricio o de la expresidente y exvice, sino a que Milei puede ejercer la presidencia con la legitimidad que le da el apoyo de alrededor del 50 por ciento de la población, frente al desprestigio de todos los opositores y de los dirigentes de las fuerzas tradicionales.

Los libertarios parecen creer que están creando la estructura política que canalizará en las urnas la opinión favorable que tiene según las encuesta y que ello posibilitará un resultado en las urnas determinante del logro de un número importante de legisladores propios para superar la debilidad que tiene en el Congreso.

LA MAYORÍA EN LAS CÁMARAS, UN ANHELO IMPOSIBLE

Pero cualquiera sea el resultado de las próximas elecciones es imposible que pueda lograr la mayoría en las Cámaras de Diputados y Senadores.

En definitiva seguirán dependiendo de terceros, que en estos días comprueban que ninguna alianza con los Milei es duradera o que los gestos amistosos y especialmente los votos emitidos por los legisladores haciendo posible la aprobación de iniciativas del oficialismo no merecen ningún gesto de reciprocidad. Al contrario, ante la menor discrepancia el presidente les apunta con el lanzallamas y los acusa de fracasos, corrupciones, etc.

Otro tanto sucede con respetados economistas que, en las cuestiones de fondo, coinciden con las concepciones libertarias. Pero sin embargo al objetar algunas medidas se los intenta descalificar de la peor manera, aún cuando muchos de ellos realmente manifiestan sus deseos de que tenga éxito y solo puntualizan la necesidad de una mayor flexibilidad, porque es necesario adaptarse a los cambios en el mercado interno, en el externo y hasta en los climáticos. Que de nada vale atarse a sostener un dólar barato para evitar incrementos circunstanciales de la inflación mensual porque ello siempre terminó en estallidos.

EL MÉRITO DE HABER BAJADO LA INFLACIÓN

Le reconocen el mérito de haber bajado la inflación a la velocidad que lo hizo, advirtiendo que el 5 por ciento mensual en el mundo de hoy es una anormalidad peligrosa y que para seguir reduciendo el déficit fiscal y el de la balanza comercial son necesarios cambios estructurales, para los que se requiere el apoyo de otros partidos.

A los Milei les resulta muy difícil armar o convivir en alianzas y mientras construyen su partido pareciera no importarles romper definitivamente con el macrismo y con la conducción radical en la ciudad de Buenos Aires. En la Provincia tampoco parecen dispuesto a evitar que el voto no peronista se divida en dos o tres canales. Evitan los acercamientos con el radicalismo y el macrismo que controla el PRO y apresuradamente anuncian hasta quién sería el candidato a gobernador dentro de tres años.

En menos de dieciocho meses, en las elecciones legislativas las boletas en los cuartos oscuros no tendrán el nombre de Milei y en las provincias del interior pesarán sin dudas los gobernadores y las cuestiones locales. Todo esto parece no ser un problema importante para el oficialismo. Pero el consenso social imprescindible para el gran cambio no se logra con el lanzallamas.

*Jorge Remón / El Día / 7-7-24