¿Qué pasará con la fotografía en unos años? (Por: Eduardo Finocchi*) - Notas de Opinión

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lunes, 12 de mayo de 2025

¿Qué pasará con la fotografía en unos años? (Por: Eduardo Finocchi*)

En un mundo que genera millones de imágenes por segundo, resulta paradójico pensar que el futuro de la fotografía —la gran cronista visual de nuestra era— podría no estar garantizado. Las fotos que tomamos hoy, ¿seguirán existiendo en 10, 20 o 30 años? ¿Podrán los niños de esta generación ver sus recuerdos cuando sean adultos, como lo hacemos hoy al hojear un álbum familiar?

En la época del papel, una fotografía era algo físico, palpable, guardado en cajas o marcos. Era vulnerable al fuego o al agua, pero también tenía una extraña capacidad de supervivencia. Hoy, la mayoría de nuestras fotos viven en teléfonos, nubes digitales, cuentas de redes sociales o discos duros, muchos de ellos con fecha de caducidad implícita.

La seguridad de estas imágenes está ligada a contraseñas, plataformas que cambian, servicios que pueden desaparecer, tecnologías que se vuelven obsoletas. Basta pensar en los disquetes, los CD o las primeras tarjetas de memoria: ¿cuántos dispositivos actuales pueden leer ese contenido?

El problema de la abundancia

Otro factor inquietante es la sobreproducción. Nunca tomamos tantas fotos como ahora, pero ¿cuántas guardamos con intención? ¿Cuántas realmente volvemos a mirar? En esta avalancha digital, los recuerdos pueden perderse no por ausencia, sino por saturación. El álbum se ha transformado en una carpeta olvidada.

La nube: ¿un cielo seguro?

Muchas personas confían en la nube para guardar sus fotos, pero incluso eso plantea dudas. ¿Qué sucede si dejamos de pagar el servicio? ¿O si la empresa decide cambiar sus políticas, cerrar o sufre una brecha de seguridad? La estabilidad de nuestros recuerdos depende hoy más que nunca de terceros.

Una advertencia para el futuro

Especialistas en conservación digital advierten que, sin una estrategia activa de respaldo y organización, es probable que muchas de las fotos actuales no lleguen al futuro. Y no hablamos solo de calidad técnica: hablamos de memoria colectiva, de identidad familiar, de historias personales que podrían desvanecerse.

¿Y si volvemos a imprimir?

Imprimir fotos no es una solución obsoleta, sino una forma de asegurar que parte de nuestra historia se mantenga accesible. Tal vez no todo, pero sí lo esencial: una cara, una fecha, un momento que no queremos perder.

Entonces, ¿qué pasará con la fotografía dentro de unos años? No lo sabemos con certeza. Pero sí sabemos que, si no hacemos algo hoy, los niños que crecen entre selfies y retratos digitales podrían llegar a la adultez sin poder ver las imágenes de su infancia.

Y eso, en un mundo tan visual, sería una pérdida irreparable.

Consejo de un viejo fotógrafo, Imprimir algunas fotos de sus niños ahora…


*Eduardo A. Finocchi / Fotógrafo / Ex jefe Dpto. Fotografía HCD bonaerense

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