Por Hector Pomini.* Pretencioso y engrupido. Convencido de que no hay cosa más importante que los negocios, los propios y los de su cáfila, Mau no ha dudado en emplear cualquier argumento para horadar la autoridad presidencial. Ejecutor de los objetivos trazados por los miembros del establishment local, ha iniciado una ofensiva mediática estilo ostra (cuanto más abre la boca, más se entierra), que incluye el fomento del odio de manera irracional que afecta a la sociedad. Uno puede o no ser científico, pero no puede negar un hecho científico comprobado. Mau no ha reparado en negar la existencia del COVID, lo que incluyó una campaña de antivacunas a la que se adhirieron no pocos.
Con gran esfuerzo el personal de salud pagó parte de esa tarea con la vida. Sí ciudadano, el número de víctimas ascendió a más de 100000, pudiendo haber alcanzado niveles muy superiores evitados por la cuarentena y la llegada de vacunas anticovid.
Hoy en los prolegómenos de las PASO, tampoco ha dejado de apoyar las pretensiones de Chile, con tal de obstaculizar la acción gubernamental. No quedan dudas de que Él y los suyos no aman a la tierra en donde nacieron, sino el dinero por sobre todo. Podrían ser cartagineses o fenicios, mercaderes, nunca Patriotas.
Lo
notable que a medida que vociferan van apareciendo chanchullos realizados
durante su gobierno. Tal vez lo importante, según palabras de Jorge Asís es
que: “este muchacho se cree que sabe”. Sus acciones han demostrado latrocinio, perversión,
odio e ignorancia suprema. Y por si fuera poco, se jacta de ser evasor de
impuestos: un estilo de vida; eso es apología del delito.
Heidi: el intento de volver.Esclava de sus opiniones (no voy a construir más hospitales, no voy a cortar cintas; los pobres no va a la universidad) que constituyen un pesado lastre a la hora de la campaña.
Consciente de no ser muy querida en CABA, ya en campaña, sigue mintiendo como en sus mejores días, esos en que abandonaba a su suerte al sistema de salud, intervenía en la justicia, destruía al IPS. Al contrario de Midas –rey que convertía en oro todo lo que tocaba- Mariu todo lo destruía. Incluye la portentosa deuda de la PBA.
Ella tomó todo como una experiencia, “aprendió”, pero quiere volver a hacer lo mismo, más rápido, más cruel, hasta conseguir el país que ella y los suyos pretenden ¿Pero a qué costo? Eso sería un retroceso al país pastoril, proveedor de alimentos y materia prima, con un pequeño grupo nadando en la abundancia, y el resto sumergido en la más espantosa miseria. Sería un tributo esperado por los imperios.
Estos, podrán cambiar de modos, pero el sometimiento será el mismo,
con otros cipayos, en distintos tiempos.
La devoción de los cipayos. Ese sentimiento de profundo respeto y admiración inspirado por la “dignidad” de creer pertenecer, a un poder que somete tanto al resto como a ellos mismos, solo se puede entender si se realiza a cambio de algo, que al menos le permita vivir esa ficción (por ejemplo: tener un departamento en Recoleta).
Apenas un vuelto para las corporaciones. Bien dicen que la mayor actividad es la del cerebro y no la de las manos. Parece que en esta clase de gente, tal funcionamiento es limitado.
Así es ciudadano, esos son la clase de personas que conducen la actual oposición, quieren medrar con el sufrimiento de toda la ciudadanía. Ud ciudadano que piensa?¿es ese el modelo de país que ud quiere? ¿o el país del bienestar forjado por esfuerzo laboral del conjunto? Piense cuál es el país que realmente desea. ¿Una patria que desea ser independiente o una patria sometida?
Piense lo que va avotar. Hoy no hay dudas
de que ellos no solo odian a las clases inferiores, como también a su país de
origen.
