Por Raúl Kollmann.-* El Tribunal Oral que debía sustanciar el juicio sobreseyó a todos los imputados, entre ellos a Cristina Fernández de Kirchner, Máximo, Florencia, Lázaro Báez, Cristóbal López, Fabián de Sousa y otras diez personas por la inexistencia del delito de lavado de dinero.
No habrá juicio. La votación fue
dos a uno, con Daniel Obligado y Adrián Grünberg votando los sobreseimientos y
Adriana Pallioti votando en contra.
El expediente termina en la misma
situación que las causas dólar futuro, Memorándum con Irán o Plan Qunitas.
La instrucción estuvo en manos
del juez Claudio Bonadio, quien, como siempre, procesó, dictó prisiones
preventivas, sin hacer los peritajes más elementales. Ante ese cuadro, los tribunales
orales ordenaron los peritajes y los resultados siempre demostraron que lo
descripto en la acusación no existía.
Lo mismo ocurrió en Hotesur - Los
Sauces: se consideraba que hubo sobreprecios en la construcción de rutas y que
los empresarios le pagaban coimas encubiertas a la familia Kirchner mediante
alquileres.
Lo que se demostró es que los
alquileres siempre fueron a precios de mercado, que no podrían, por lo tanto,
encubrir una coima y que, además, no existió lavado de dinero porque todo fue
siempre en blanco: los alquileres se pagaron a través de bancos y se declararon
invariablemente ante la AFIP.
El último peritaje demostró justo
eso: que las transacciones fueron en blanco, en todos los casos.
El pedido de Cristina Kirchner
La vicepresidenta Cristina
Fernández de Kirchner y sus hijos Máximo y Florencia pidieron ser sobreseídos a
partir de la incorporación de una nueva pericia que demostró que todos los
alquileres siempre fueron “en blanco” y bancarizados. "Resulta
imprescindible, de una vez por todas, dictar una resolución que ponga fin a
estas actuaciones, que ya llevan varios años de trámite", sostuvieron los
abogados Carlos Beraldi y Ary Llernovoy en el escrito de 65 carillas que el
Tribunal Oral Federal 5 terminó aceptando.
El pedido ponía el acento en dos
cuestiones básicas del expediente:
No existe lavado de dinero, tal
como surge de las pericias, una nueva y una anterior.
El lavado de dinero consiste en
“blanquear” dinero de un delito anterior, pero tales delitos ya fueron
sobreseídos en otras causas.
En la búsqueda de algún elemento
para sustentar la acusación, en otros momentos del trámite de la causa se habló
de la ocupación de las habitaciones en el Hotel Alta Patagonia, por ejemplo,
pero los Kirchner no alquilaban habitaciones ni gestionaban el hotel, sino que
se dedicaron a alquilar la propiedad en su conjunto.
También se cuestionó el contrato para
alojar en ese hotel de El Calafate a las tripulaciones de Aerolíneas
Argentinas: pero ese contrato fue muy anterior a que los Kirchner compraran el
hotel y fue tambien anterior a que Aerolíneas pasara a manos del estado.
Para realizar su pedido, los
abogados de los Kirchner se asentaron, tácitamente, en lo ocurrido en tres
expedientes recientes: dólar-futuro, Qunita y Memorándum de Entendimiento con
Irán. En los tres, los tribunales orales o la Cámara de Casación decidieron
sobreseer a todos los imputados por inexistencia de delito. La base también
fueron las pericias o elementos recientemente incorporados a los expedientes.
También hay aspectos técnicos que
Beraldi y Llernovoy mencionaron de forma reiterada. Por ejemplo, que en la
hipótesis de la acusación el dinero provino de la construcción de rutas por
parte de Lázaro Báez. Los letrados esplicaron que las causas por esas rutas
fueron sobreseídas aunque después, siempre con el mismo modus operandi, hubo
una nueva denuncia y por ello hay otro juicio ahora en Comodoro Py.
La acusación además sostenía que
el dinero de los alquileres provenía de la adjudicación de contratos de juego o
de zonas petroleras al Grupo Indalo. Ambas cosas fueron sobreseídas y el
sobreseimiento no sólo esta firme sino que fue consentido por fiscales como
Gerardo Pollicita o Carlos Stornelli, nada afectos al kirchnerismo. En
conclusión, no hubo delito precedente.
Finalmente, el reclamo de sobreseimiento igualmente planteaba que ni Máximo ni Florencia podían tener responsabilidad. Ambos accedieron a los bienes de los Kirchner por herencia o por la cesión de su parte que les hizo Cristina. Esa cesión también fue objetada en la justicia y terminó en sobreseimiento. Florencia tenía 12 años cuando se creó la sociedad Los Sauces y siempre fue menor de edad en los momentos en que ocurrieron los hechos. Máximo no firmó ni participó en ninguno de aquellos alquileres.
Los jueces Daniel Obligado,
Adriana Palliotti y Adrián Grünberg giraron el planteo a todas las partes y una
vez que estos se pronunciaron, el último fue el fiscal Diego Velasco, los
magistrados resovieron sobreseer a todos los acusados.
Un detalle necesario: Todas las denuncias, incluso el armado de la causa colectora, se hicieron de la mano de legisladores de Juntos por el Cambio, en especial de la Coalición Cívica. Y la base siempre fueron copias de publicaciones en los medios.
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