QUINCIO CENNI. EL PINTOR ITALIANO QUE SE 'COLÓ' EN EL CUADRO DE LA FUNDACIÓN DE LA PLATA.* - Notas de Opinión

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domingo, 30 de enero de 2022

QUINCIO CENNI. EL PINTOR ITALIANO QUE SE 'COLÓ' EN EL CUADRO DE LA FUNDACIÓN DE LA PLATA.*


En 1882, ante la ausencia de grandes figuras al acto inaugural de la nueva capital de la provincia, el gobernador Dardo Rocha quiso suplirlos organizando un montaje que es uno de los más antiguos conocidos hasta ahora.

Fue una hazaña que se logró en tiempo récord, y todo el proceso fue documentado por el fotógrafo Tomás Bradley, que llegó a ser Teniente Coronel y se desempeñó como voluntario en la Guerra del Paraguay. Allí conoció a Dardo Rocha, gobernador de la provincia, quien le encargó la tarea de seguir paso a paso la construcción, y además, cubrir el acto de inauguración el 19 de noviembre de 1882.
La inauguración, sin embargo, no fue la fiesta que Rocha esperaba.
¿Ausentes sin aviso? Ante un acontecimiento de esa magnitud, era lógico esperar la presencia del Presidente de la Nación Julio A. Roca, que no asistió. El motivo del desplante era político: Rocha tenía aspiraciones presidenciales que Roca no veía con buenos ojos. Pero no fue el único. El vicepresidente, Francisco Madero, alegó razones de salud; tampoco fueron el ministro del Interior Bernardo de Irigoyen, Domingo Faustino Sarmiento, Nicolás Avellaneda ni Carlos Pellegrini. La representación del gobierno nacional cayó en manos del ministro de Relaciones Exteriores, Victorino de La Plaza.
A pesar de los faltazos, Rocha no se amedrentaba. El acto arrojó una foto interesante. Allí estaba la piedra fundamental, bendecida por Monseñor Aneiros, las banderas y pancartas de las sociedades de inmigrantes: “Societá Stella d’ Italia”, “Centro Gallego” y la de Socorros Mutuos de los niños franceses. Había mucho público, pero el palco oficial clamaba por notorias ausencias. Rocha le encargó a Bradley que recurriera a las ventajas de la nueva técnica fotográfica y obtuviera un montaje que diera cuenta de la Unión Nacional. Lo que los hechos no habían logrado podía ser representado por este incipiente arte que, paradójicamente, se jactaba de ser “la máquina de registrar la verdad”.
Para eso, Rocha le entregó a Bradley una lista de 40 personas que debían ser incorporadas y le encomendó la tarea de contactarlos, fotografiarlos y encarar la impresión de la nueva lámina. La misión no era sencilla. Bradley debió sortear varios obstáculos. Naturalmente los ausentes en el acto, se mostraban reacios a fotografiarse, conscientes de los fines que perseguía Rocha.
Finalmente, tras reiterados pedidos, Bradley tuvo por fin en su poder todos los retratos necesarios para armar el collage de la “Unión Nacional”. Si bien Bradley le había dicho a Rocha que “el cuadro que estoy haciendo será un magnífico trabajo”, lo cierto es que en realidad se trataba de un pegote por lo que fue contratado Quincio Cenni para pintar el cuadro desde cero.
Cenni entra en acción y enterado de que debía representar a un grupo de personas que presenciaba un acto, en el que en realidad no habían estado. Y quizás motivado por eso, decidió incluirse él también. Lo hizo justo en el medio del cuadro, junto a la firma. La “humorada” no contribuyó a mejorar las relaciones italo-argentinas, sino más profundizó el disgusto de Rocha que terminó librando un largo litigio con la Oleografía.

*El Álbum de La Plata
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