UNA FORMACIÓN PARA TODA LA VIDA (Por Julián D'Angelo*) - Notas de Opinión

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domingo, 14 de agosto de 2022

UNA FORMACIÓN PARA TODA LA VIDA (Por Julián D'Angelo*)


Como docente y director de un Centro de Estudios en la UBA, muchas veces recibo consultas de estudiantes que están culminando su primera carrera de grado, respecto de la conveniencia o no de continuar luego estudiando una nueva Licenciatura. Y mi respuesta es, que eso es particularmente útil solo en algunos casos, y que hoy en día lo más recomendable luego del grado es continuar con una especialización de posgrado o Maestría. Y, en el caso de los profesionales más inclinados a la investigación o la carrera académica, un Doctorado.

¿Pero entonces, por qué era tan común hace unas décadas encontrar profesionales con varios títulos de grado? Sencillamente porque la explosión de carreras de posgrado es un fenómeno bastante reciente, de las últimas tres décadas. Hasta entonces se consideraba a la formación universitaria o superior como la última instancia de la educación formal, mientras que hoy en día ya es usual encontrar muchos expertos en su especialidad con postdoctorados.

Actualmente, y máxime si consideramos los desafíos que a todos nos impone la velocidad del cambio tecnológico, está claro que la educación no concluye con un título, y que resulta necesario actualizarse, capacitarse y formarse durante toda la vida.

ONU y educación

En septiembre de 2015, cuando las Naciones Unidas aprobaron su Agenda de Desarrollo Sostenible 2030, incluyeron como su Objetivo N° 4 “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.

Para comprender la importancia de la educación permanente, y la formación técnica y profesional de los adultos mayores de cincuenta años, es bueno reflexionar brevemente sobre algunos ejes.

Por un lado, de la mano del avance tecnológico, año tras año están desapareciendo numerosos oficios, puestos de trabajo o profesiones. Y por el otro, se calcula, por ejemplo, que el 65% de los estudiantes de primaria de la actualidad trabajarán en empleos que todavía no existen. En los próximos cinco años surgirán dos millones de nuevos puestos de trabajo, hoy desconocidos en el mundo. Es decir que, mientras la educación formal se enfoque en impartir conocimientos técnicos necesarios para satisfacer las necesidades del mercado laboral actual, no se está ocupando del gran desafío de prepararse para los trabajos que todavía no existen, pero que serán donde realmente ejercerán gran parte de sus futuros profesionales, por lo cual se les exigirá que continúen formándose y capacitándose.

La tecnología hace desaparecer oficios, pero crea y adapta muchos otros. Y este proceso de reconversión de los oficios profundiza la necesidad de la formación continua, para toda la vida.


(*) Director del Centro Nacional de Responsabilidad Social Empresaria y Capital Social Facultad de Ciencias Económicas- Universidad de Buenos Aires




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