¿Y ahora qué…? (Por: Dr. Héctor Pomini*) - Notas de Opinión

Leer:

.

jueves, 4 de julio de 2024

¿Y ahora qué…? (Por: Dr. Héctor Pomini*)

 


“Los pueblos solo siguen a líderes que les piden su sangre”. Alejandro el Magno (356 a C -  323 a. C.)

Nuestra dirigencia. En general, siempre se ha conformado con ser capataz de los intereses extranjeros, cuando debió tomar la iniciativa y crear una burguesía propia y pelear por su lugar en el mundo. Esa es la razón por la persistencia de una oligarquía cada vez más pequeña asociada a la banca y a grupos económicos, que solo le interesan las ganancias rápidas vendiendo reses, granos y minerales en vez de desarrollar una industria manufacturera propia con la protección del Estado. Predomina el espíritu de lacayos y no el de líderes que conduzcan el país. Es por eso que, ellos, que prefieren ser capataces o mayordomos de los patroncitos que viven fuera del país, pueden evadir impuestos, y llevarse las ganancias a los paraísos fiscales.

 El FMI ¡contentísimo! La ley de leyes, según los libertarios, constituye, talvez, la máxima traición cometida a la Patria. No solo por favorecer con ésta el saqueo de nuestros recursos naturales, sino retrotraer toda legislación que protege a la clase trabajadora y beneficia in extremo al empresariado. Algunos dicen, “es que hay muchos abusos de los sindicatos”, ¿Y de las actitudes abusivas de la patronal? ¿nadie habla? Las leyes, por si algunos no las conocen o no saben, son herramientas jurídicas que regulan las conductas de los hombres, que, de no existir, se transformaría todo en una selva (ya casi lo es).

Panis et circensis. Así decía Juvenal, un poeta latino del siglo I. Poco pan y mucho circo en los tiempos que corren. Desde el mundial, que anula cualquier pensamiento crítico; el caso Loan, que es muy importante, estimula el morbo, Gran Hermano, un “pastel de todas las miserias humanas”, todo sirve para distraer a los incautos y para engañar el estómago, que incluso votaron a LLA. Así es, pero ¿Por cuánto tiempo? ¿cuánto se tardará en constatar todas las pérdidas de derechos y protecciones de la parte que verdaderamente produce en el país?, me refiero a los trabajadores. Estos, como cualquier otro, pagarán a precio internacional los combustibles, la energía eléctrica, todo encarecerá, incluso el precio de los alimentos en un efecto dominó; quedará ud. desamparado ante toda acción de las patronales, siendo los jubilados y pensionados un descarte más de una sociedad impuesta arteramente. Las ganancias de tipo especulativo, o sea monetarias, se dan en la bolsa o en los bancos, que incluye las jugosas comisiones de préstamos que pudieran sacarse en el exterior. Pero, ese es un riesgo que hoy no es tanto, ya que nadie le presta a la Argentina, porque no se realizan las modificaciones que se solicitan y principalmente porque no se pagan las deudas.

Compartir o no compartir, esa es la cuestión. Y aunque ud lector, no esté de acuerdo con lo expresado en este artículo, ud y yo, como resto del pueblo argentino, pagaremos el desastre que realizará el loco de la motosierra y licuadora junto con sus secuaces. Ud y yo pagaremos con la desocupación, con los bajos salarios, con la pérdida de derechos, la entrega de los recursos de nuestra tierra, con el empobrecimiento generalizado. Todo en beneficio de unos cuántos traidores a la Patria, la que muy poco les importa. Como tampoco les importarán los sufrimientos que ud. padezca. Pero tarde se dará cuenta de ello, mientras otros  pobres seguirán siendo los defensores de los derechos de los ricos, y enemigos de los derechos de otros pobres como ud. y como cualquiera de su clase ¡Notable! ¿no le parece? ¿Cómo se explica eso?

Intento de análisis. Tal cual lo decía Alejandro, se les está pidiendo hasta la sangre a las masas que votaron “un cambio”, pero no sabían “qué era ese cambio”. Veamos, ante la carencia de un líder carismático y de una situación económica difícil, cansados de no tener soluciones rápidas (algo imposible) y del desgaste de caras conocidas, todo muy “fogoneado” por la prensa hegemónica, la ciudadanía eligió casi masivamente a un individuo disruptivo, pintoresco, diferente al resto de los aspirantes a la presidencia. Pero ¿qué es lo que impulsa a las masas a unirse a un hombre y someterse a sus dictados? Podemos decir que, básicamente es la proyección de sus anhelos en la persona del líder y la esperanza de que, éste los satisfaga; estos deseos se polarizan en la búsqueda de seguridad, o sea se obedece para sentirse protegido; resentimientos –otro estímulo- y deseos de revancha, se unen para ser más potentes. Siempre con la esperanza de que no ponga en marcha la motosierra, por eso decían muchos: “lo dice, pero no lo va a hacer”. Y, sin embargo, lo está haciendo. Ante esta nueva frustración, ya son menos los que dicen “hay que darle tiempo”. ¿Qué pasará con el resentimiento y el engaño producido? ¿Cómo reaccionarán los que pierden el trabajo? ¿y a los que se les niegan los medicamentos? ¿y los que corren el riesgo de perder su fuente de ingresos? ¿y los que son echados a la calle por no poder pagar el alquiler? ¿y los que comienzan a padecer hambre? Todo, mientras, ¡a los ricos y poderosos les reducen los impuestos y ud paga ganancias! ¿Se quedarán de brazos cruzados?  ¿Qué piensa ud ciudadano pensante? ¿Qué me dice del aumento de la deuda U$S 65000 millones  de enero a mayo de este año?

Colofón: Milei no vino a solucionar problemas, vino a destruir a la Patria.


*Dr. Héctor Pomini / 4-7-2024