Desde el récord
de 52,9% del segundo semestre de 2024 y de la mano de la desaceleración
inflacionaria, este indicador social muy sensible sigue en picada. Aunque
todavía uno de cada tres argentinos es pobre
Este lunes 31 de
marzo, el Indec entregará los datos de pobreza del segundo semestre de 2024. El
primer semestre había terminado en 52,9% de pobreza y una indigencia de 18,1%.
La foto de
finales de 2024 va a mostrar una pobreza más cerca del 40%, e incluso debajo de
ese número, lo que quiere decir que unos 8,5 millones de argentinos ya no son
pobres, al menos para la estadística. A febrero, esa cifra se incrementaría
hasta los 10 millones de habitantes del suelo argentino, según proyectan los
especialistas. Estos también descuentan que estará por debajo del número final
de pobreza del Indec que dejó el Gobierno de Alberto y Cristina Fernández,
cuando marcó 41,7% al segundo semestre de 2023. Así, y pese al “ajuste más
grande de la historia de la humanidad” según se encarga de machacar el
presidente Javier Milei, la pobreza habría bajado en 2024. Y también seguiría
en esa senda en lo que va de este 2025.
Un estudio de la
Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) realizado por el economista Martín
González-Rozada de la UTDT en base a los datos del Indec de la Canasta Básica
Total y los microdatos de la Encuesta Permanenete de Hogares, ubica a la tasa
de pobreza en el 34,9% para el semestre comprendido entre septiembre y febrero
de 2025.
“La incidencia
proyectada se puede descomponer mecánicamente en un promedio ponderado de una
tasa de pobreza de 37,4% para el mes de septiembre de 2024, de 35% para el
cuarto trimestre y 33,6% para el bimestre enero-febrero de 2025”, informó el
economista.Este diario adelantó en febrero pasado que para el 31 de diciembre
pasado y en base a estas mediciones unos 8,5 millones de argentinos habrían
salido de la pobreza. Hoy esa cifra ronda los 10 millones de habitantes de
nuestro país desde enero de 2024 -a pocos días de la asunción de Milei en la
presidencia- hasta fines de febrero de este 2025.
Como se estima
que la cantidad de personas que lograron superar la pobreza asciende a casi 10
millones, esto implica un avance considerable respecto a la situación crítica
registrada en el primer semestre de 2024, cuando la pobreza afectaba al 52,9%
de la población, es decir, unos 25 millones de personas.
El presidente
Milei afirmó en enero pasado año que, en su primer año de gobierno, alrededor
de 10 millones de argentinos habrían salido de la pobreza. Aunque los cálculos
precisos de estas cifras aún están en discusión, las proyecciones de organismos
como la UTDT y la Universidad Católica Argentina parecen corroborar que este
descenso no solo es posible, sino probable, dado el impacto que tiene la estabilización
económica sobre los ingresos de los hogares más pobres.
La reducción de
la pobreza en Argentina, aunque aún insuficiente y sujeta a variaciones
económicas imprevistas, es una realidad que comienza a consolidarse por la
desaceleración de la inflación, la mejora en la economía y también del poder
adquisitivo de los salarios. A medida que se consolidan los datos oficiales,
parece claro que los esfuerzos por controlar la inflación están dando
resultados concretos, reflejados en una menor cantidad de personas viviendo en
la pobreza y en la indigencia. Aunque el camino aún es largo, el panorama de
2025 se presenta mejor para millones de argentinos que, de alguna forma, han
comenzado a salir de situaciones de extrema vulnerabilidad.
El cambio en las
estadísticas sobre la pobreza no solo representa un número en una planilla
oficial. Este descenso tiene un impacto directo en las vidas de millones de
argentinos que, según los últimos datos disponibles, habrían salido de la
pobreza a lo largo del 2024.
El estudio del
Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina proyectó
que la pobreza alcanzaba al 57,4% de la población en enero de 2024, lo que
refleja la complejidad del panorama económico del país. Sin embargo, los
últimos análisis muestran una caída brusca de estos números, lo que podría
representar un cambio estructural en la dinámica de la pobreza en Argentina.
El indicador de
pobreza, una estimación semestral del Observatorio de la Di Tella, reveló que
la pobreza, medida en términos del porcentaje de personas que viven en hogares
urbanos pobres, sigue una tendencia descendente. Esta estimación se actualiza
mensualmente y tiene en cuenta diversas variables, tales como el comportamiento
del mercado laboral, los ingresos totales familiares y el costo de la canasta
básica.
El primer
semestre de 2024 había dejado una cifra alarmante: el 18,1% de la población, es
decir, casi 8,5 millones de argentinos, se encontraba en situación de
indigencia. Este dato reflejaba la cruda realidad de muchas familias que no
lograban cubrir sus necesidades alimentarias y básicas. Sin embargo, los datos
más recientes muestran una tendencia opuesta, un retroceso en la pobreza que se
refleja en las estadísticas oficiales y en las proyecciones de diversas
universidades e instituciones económicas.
A pesar de los
esfuerzos del presidente Javier Milei por implementar políticas de ajuste, como
él mismo mencionó en numerosas ocasiones, los datos sugieren que la pobreza
experimentó una disminución significativa. A pesar de las medidas económicas
tomadas, algunas de ellas de gran impacto, como los ajustes fiscales y la
reducción de subsidios, algunos de los estratos de la población más postergada
parecen sentir los efectos positivos de la desaceleración inflacionaria que,
recordemos, corría a más del 200% interanual a principios de 2024 y ahora lo
hace a .
* Redacción El Día